Basadre ha logrado, fiel a su esquema juvenil de 1929, plasmar ese vasto y animado fresco, ese enorme mural de la existencia peruana en todos sus niveles y contraste, que siguió enriqueciendo y perfeccionando con amorosa y absorbente dedicación en sucesivas ediciones. Su saber histórico, su nobleza humana, aplicados a la Historia de la República, han querido examinar la realidad de la vida peruana desde el mayor número de puntos de vista y desde la más variadas y coherentes perspectivas, para lograr esa historia concebida en dimensiones... (Jorge Puccinelli)