Si bien la actitud de Hume hacia la experiencia religiosa pudo ser escéptica, la indudable presencia en esta obra de todos aquellos temas básicos presentes en todo sistema de ideas o creencias religiosas hacen de ella no sólo una indagación sobre la religión, sino también, en su dimensión estrictamente filosófica, uno de los pilares fundamentales del pensamiento moderno en torno al tema del teísmo especulativo.