Evocar a Juan Soriano equivale a recorrer la vida cultural en el México del siglo XX: desde sus primeras afinidades con la Escuela Mexicana de Pintura; pasando por su encuentro con otras disciplinas como la escultura, la creación de tapices, el diseño de vestuario y escenografía, hasta llegar a la plenitud alcanzada en los territorios de la abstracción, donde conjugó la experimentación con los lenguajes de las vanguardias europeas y su genuino aliento mexicanista. La bulliciosa inventiva de Soriano abrevó en los lenguajes plásticos internacionales, sin perder la pátina de los nacional ni del arraigo en ciertas tradiciones regionales. Por ello y para honrarle, esta edición presenta medio centenar de obras selectas, con una recopilación de escritos de autores como Carlos Fuentes o Sergio Pitol que analizaron de manera acuciosa el legado artístico del pintor, o evocaron con sincero afecto la personalidad del amigo imprescindible. Juan Soriano ha logrado atravesar las barreras invisibles que imponen el paso del tiempo y las ideas de cambio en un mundo que corre deprisa. Su protagonismo responde quizás a su empatía con la disidencia y a su espíritu radical e inconforme que, aunado a una disciplina férrea y aun rigor en la factura, lo han convertido en una figura capital del arte moderno mexicano.