Siria, actor clave dentro de las relaciones regionales en el Medio Oriente, ha encontrado en su política exterior un instrumento central para el logro de sus intereses nacionales y la consolidación de su estructura de poder. Esta obra colectiva no sólo aborda los principales retos de la proyección siria hacia el conflicto palestino israelí, la compleja realidad libanesa, y los dilemas estratégicos presentes en sus equilibrios y desequilibrios frente a Israel, Turquía e Iraq, sino que también se dedica a analizar las relaciones de Siria con algunas de las más importantes potencias mundiales, ejemplo de las habilidades del poder para reajustarse pragmáticamente al proceso de recomposición de las relaciones internacionales de las últimas décadas.