Al contar la historia de una pareja común y corriente, víctimas de la rutina cotidiana, Melquiot involucra, en pleno nido de amor, a un tercero, un "mirón" - como lo es el público - que destruye la intimidad de la pareja y convierte sus conflictos en espectáculo. Presenciamos una crítica feroz a los medios de comunicación masiva pero en "una obra acerca de la costumbre, el hastió, la falta de exigencia. Y una historia de amor que va directo al cansancio y a la catástrofe". Por otra parte, en El último paseo de Lucy Jordan, un hombre carga con el cadáver de su madre al hombro ante una ciudad indiferente. A la manera de los dramas expresionistas, el recorrido tiene estaciones y caídas. Al cabo queda el oscuro manto de la noche para mitigar los remordimientos de la orfandad.