Uno de los historiadores más destacados durante el siglo XIX fue Manuel Orozco y Berra (1816-1881), cuyas obras fueron vistas, desde su aparición, como paradigmas de la más refinada ciencia histórica de la época. Éste es especialmente el caso de su monumental Historia antigua de la Conquista de México, que se terminó de imprimir sólo unos meses después de la muerte de su autor. Mucho se ha escrito en relación con dicha obra, pero es notable la ausencia de consensos sobre su significado y valor historiográficos. Esta circunstancia ha generado cierta confusión no sólo con respecto al papel que desempeña Orozco y Berra en el desarrollo de la historiografía mexicana, sino también sobre la naturaleza y los alcances de esa misma historiografía. El presente trabajo pretende subsanar esta carencia, con un estudio detallado del texto mismo, de sus estructuras y procesos narrativos. Con ello se revelan las verdaderas raíces intelectuales e ideológicas contenidas en esta obra de Orozco y Berra. Así, se busca mostrar no sólo la relación de Orozco y Berra con las grandes corrientes del pensamiento histórico del siglo XIX, como el positivismo o el darwinismo, sino también indagar, aunque sea parcialmente, sobre los complejos procesos de intercambio intelectual y apropiación que dotan a la historiografía mexicana del siglo XIX de una innegable originalidad.