Un libro sobre una banda que es movimiento tenía que ser movimiento en sí mismo, y este libro lo es: una colección de viñetas de una banda en desplazamiento perpetuo, detenidas en fragmentos de mutante estilo por la pluma de Fermín, obsesionada por esos pequeños detalles significativos que, más que cambiar todo, son ejemplo de todo y representan todo.
Hay algo imposible de explicar o teorizar sobre algunas bandas montevideanas, y me atrevo a pensar que es un fenómeno casi exclusivo de esta ciudad, que mantienen su proyecto durante casi veinte años sin ser jamás viables en lo económico y sin siquiera tener un reconocimiento popular o crítico que fogoneé sus egos. Algo que exuda una voluntad afirmada exclusivamente en el impulso de una visión, de un microuniverso creativo compuesto por las raleadas multitudes del universo pasional. Este libro es sobre ese algo.