HERNÁNDEZ, FRANCISCO, TOLEDO, FRANCISCO
No pocas veces las obras de arte siguen caminos que se entrecruzan, de acuerdo con la mirada y los tiempos de sus creadore. Se trata de casos afortunados que enriquecen el mundo y la cultura generación tras generación.El bello libro que el lector tiene en sus manos en un ejemplo de aquel encuentro de caminos y del despuntar de nuevos rumbos.Desde su infancia -según él mismo ha recordado- el artista oaxaqueño Francisco Toledo tuvo un acercamiento a la figura entrañable de Pinocho, el personaje del narrador Florentino Carlos Collodi. Como centenares de infantes en numerosos países y a lo largo de varias décadas, Toledo hizo suyo a aquel personaje: lo guardó, lo atesoró en silencio para luego darle una vida nueva, situándolo en atmósferas que corresponden ya enteramente a la mirada y a la mano del inigualable creador que ha llegado a ser.