Pinta la Revolución: Arte moderno mexicano, 1910-1950 se ocupa de uno de los más altos momentos de la historia cultural de México: el de las práctics artísticas que hicieron suyo un afán de transformación y que retomaron cierta afinidad con los modelos europeos de vanguardia y al mismo tiempo un ideal característico de la conciencia mexicana para generar propuestas plásticas novedosas que se verían reflejadas en elementos tan disímiles como la gráfica. la pintura de caballete, el dibujo y el muralismo. Esta publicación nos remite a la trayectoria y el legado de figuras emblemáticas al lado de otras no tan conocidas pero de igual mérito: los muralistas, las Escuelas de Pintura al Aire Libre, el estridentismo, el surrealismo, los Contemporáneos, el Taller de Gráfica Popular, la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), el grupo ¡30-30!, los transterrados, fotógrafos, cineastas, arquitectos, entre muchos otros, cuyos esfuerzos de innovación habrían de contribuir de manera significativa al arte universal.