AGUIRRE, ISIDORA / ROJAS, MANUEL
Probablemente Población Esperanza sea una obra clave para comprender el momento inaugural de la dramaturgia y el teatro social chileno y latinoamericano, que comenzaba a despuntar hacia fines de los años 50. Aún así, es una obra que ha sido poco valorada y que ha pasado desapercibida para la mayoría de nosotros, incluso para las editoriales, que hasta ahora, que se cumple una deuda histórica, la habían mantenido inédita.
01PETapaEscrita en colaboración por Isidora Aguirre y Manuel Rojas, la obra fue estrenada en el Teatro de la Universidad de Concepción en 1959, con la dirección de Pedro de la Barra y un elenco que incluía a Luis Alarcón, Jaime Vadell, Delfina Guzmán, Tennyson Ferrada, Andrés Rojas Murphy y Yeya Mora, entre otros. Se trataba de la primera obra dramática de Isidora Aguirre que asumía la orientación social crítica que luego le mereció la fama con sus siguientes trabajos. Manuel Rojas, por su parte, incursiona en la dramaturgia al parecer por primera y única vez con este trabajo.
En una población marginal, distintos personajes conviven compartiendo día a día sus vidas, sus miserias y las esperanzas que alcanzan a tender en frágiles hilos. La sobrevivencia cotidiana va develando una historia que parece repetirse como si estuviera definida de antemano, en la que la esperanza por una vida más digna parece ser una ilusión absurda que trae siempre consigo frustración. El mundo popular aparece retratado de manera lúcida, sin la carga de un lente que lo deforme para idealizarlo o lo homogenice. La obra está cruzada por personajes de esperanzas truncadas que tienen como centro al Talao, un ladrón de buen corazón que mantiene buenas relaciones con los demás personajes, y la Florita, visitadora social que es sobrina del dueño del boliche en torno al cual suceden los acontecimientos, cuya historia de amor aparece bajo ese mismo signo.
Si bien la obra da cuenta de un conflicto social de gran alcance, en el que están enfrentados los intereses de los trabajadores y de los ricos, lo interesante es que explora cómo esos factores estructurales y sus lógicas de cierto modo se reproducen al interior de los sectores marginados, lo que se expresa en una idea en la que se insiste en la obra, en voz de Teo: La miseria es un mal que no agarra sólo por afuera, agarra por dentro. Los que están en el hoyo, no tienen fuerza para salir. Y si asoman la cabeza, viene otro y lo empuja para abajo. (Bebe y agrega, sombrío). La miseria es el mal de los miserables
De este modo, el conflicto dramático es entre Talao y Juan Reinoso (y Trifulca, que lo ayuda), aunque la lucha de Talao sea en realidad una lucha contra una sociedad explotadora y excluyente.
Población Esperanza, Teatro Universidad de Concepción, 1959POBLACIÓN ESPERANZA, TEATRO UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN, 1959.
Sin caer en lo panfletario, la obra tiene una insinuación que empuja a pensar su desenlace no en clave de una desesperanza absoluta, sino considerando la posibilidad y, sobre todo, la necesidad, de apostar por una transformación social profunda. Lejos de agotarse en la denuncia o en la referencia a cierta contingencia, encontramos una acertada politización de lo social y de la cotidianeidad, que le da cierta universalidad y hace que el valor de la obra perdure hasta nuestros días.
Retomando la tradición de Antonio Acevedo Hernández, Población Esperanza da cuenta de los inicios de una dramaturgia política y social moderna en nuestro país y de una nueva concepción del teatro. Subvalorada aún, esperamos con esta primera edición contribuir a que esta obra tome el lugar que le corresponde en la tradición chilena y latinoamericana.