"Con una grabadora, una libreta de campo y una cámara fotográfica, volvió 30 años después sobre sus pasos por las provincias del sur (Lucanas y Parinacochas) y también por las provincias del centro y norte del departamento. Buscó las huellas dejadas por las reformas agrarias, por los estudiantes, primeros senderistas de regreso a sus comunidades luego unos años en la Universidad de Huamanga en la que fueron conmovidos y convencidos por la prédica de Abimael Guzmán y sus camaradas de sendero.
Recogió nuevos testimonios sobre la guerra interna, allí donde los muertos y desaparecidos permanecían enterrados en hoyos colectivos clandestinos..."