INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES
Esta obra forma parte de la celebración de los 40 años de existencia del Museo de Arte Carrillo Gil, cuatro décadas de promover y difundir el arte mexicano de los siglos XX y XXI.La obra plástica de artistas mexicanos modernos más importante es, sin duda alguna, la que conforma el acervo permanente de este recinto. El origen de esta apreciable colección es el gusto refinado, el interés económico, la pasión o el capricho de un mexicano como Alvar Carrillo Gil y su distinguida esposa, quienes tuvieron el acierto de apoyar a los artistas contemporáneos suyos, en cuyos trabajos pudieron ver los rasgos que trascenderían el tiempo y los dictados de la estética vigente en esos momentos.De las 1417 piezas que legó al pueblo de México el doctor Carrillo Gil, el fondo José Clemente Orozco es el más completo de cuantos existen: el museo en sí es un monumento al artista jalisciense. El fondo Diego Rivera destaca por haber configurado una muestra de su periodo cubista, uno de los grandes momentos del pintor. El fondo David Alfaro Siqueiros concentra una buena parte de lo mejor de su obra de caballete; y de los fondos Gunter Gerzso y Wolfgang Paalen, se subraya que corresponden a dos de los primeros artistas de origen extranjero, cuya obra se incorporó a una colección mexicana del siglo XX.En esta edición se presentan las gráficas de 162 obras de los artistas arriba mencionados, cantidad que incluye una selección representativa del artista japonés Ukiyo-e-, la muestra no pretende ser una declaración definitiva sobre la colección, mucho menos un panorama exhaustivo del acervo.