En su primera obra maestra, Dostoyevski hace un profundo análisis psicológico del joven Raskólnikov, un estudiante que idea un plan para matar y robar a una anciana usurera a fin de solucionar sus problemas financieros y hacer un favor a la sociedad librándola de su maldad. Pero, desde que comete el crimen, la culpabilidad será una pesadilla constante con la que será incapaz de convivir.
Crimen y castigo es una de las más grandes e imperecederas cumbres de la literatura universal, y dibuja la lucha interna de un hombre contra su espíritu enfermo mientras deambula por las calles de San Petersburgo, estableciendo una relación entre el castigo y la idea de la fuerza redentora del sufrimiento humano. Plantea además, con todo vigor, el conflicto entre el Bien y el Mal, ese dualismo ético que es una constante en la obra del autor ruso.