Es imposible borrar el lugar fundamental que posee César Vallejo dentro la literatura de habla hispana. Autor de una veintena de libros repartidos en todos los géneros, figura central de la vanguardia latinoamericana y sus demandas políticas, su escritura significó una confrontación a los límites del lenguaje y la creatividad. Su vida, en cambio, estuvo marcada por las penurias económicas y un mezquino interés por su obra. Tanto en sus años de formación en Trujillo y Lima como en su época de adultez vivida casi en su totalidad en la icónica ciudad de París, Vallejo nunca logró encontrar un lugar de seguridad y se vio obligado a sobrevivir colaborando en distintos medios, traduciendo y editando libors por encargo e incluso pidiendo aportes de mecenas. Este "Epistolario íntimo" reúne una selección de las cartas que escribió el poeta a lo largo de su obra. El volumen puede leerse como la carta de navegación del signo Vallejo. Es en las epístolas enviadas a compañeros de ruta como Juan Larrea, Gerardo Diego o Mariátegui donde Vallejo devela de forma más prístina las reflexiones que motivan su escritura. A través de ellas también se puede reconstruir el itinerario vital que operó como motor de fondo de su escritura: una profunda energía por acumular experiencias y lecturas, entrar en contacto con otros grupos de escritores o dar a conocer sus poemas en distintos medios. Aunque esta petición no siempre haya sido bien recibida.