La historia de Estación reunida, la obra maestra de Javier Heraud que aquí publicamos por primera vez de manera independiente, está ligada a los últimos meses de la vida de su autor y a dos viajes específicos. Los Juegos Florales de 1961 de la Universidad de San Marcos, a donde Heraud se había transferido después de iniciar sus estudios en la Universidad Católica, fueron convocados justo por el tiempo en que el poeta estaba por viajar a Europa. Invitado a participar en Moscú en el Forum Mundial de la Juventud, Heraud visitará la Unión Soviética, París y Madrid entre el 20 de julio y el 20 de octubre de ese año. Estos datos son importantísimos en la cronología de Estación reunida porque cinco meses después de su regreso a Lima, el poeta partiría de nuevo en marzo de 1962 a encontrar un destino que lo devolvería al Perú y a la Historia, con mayúscula, de la segunda mitad del siglo XX.