Ninguna otra figura de la historia de la literatura occidental, tanto por la naturaleza de su obra como por su irreductible actitud ante el poder, encarna como D. A. F. de Sade (1740-1814) la fuerza subversiva de la creación literaria. Aristócrata de exquisita educación, ateo y gran enemigo de la Iglesia, fue encarcelado en repetidas ocasiones y pasó largas etapas de su vida preso o internado en manicomnios. Su obra, en la que destacan las narraciones de carácter pornográfico y filosófico, fue sin embargo leída en secreto por sus contemporáneos y reverenciada después pública o privadamente por escritores de la más alta talla, de Flaubert a Pasolini, pasando por Apollinaire y por los surrealistas, que encontraron en ella un modelo de la libertad."--Page [4] of cover.