La expresión - la crisis perpetua-, entraña una paradoja, o incluso un contrasentido. Se supone que el término krísis alude a un período de la vida de una persona o de una comunidad en la que se presentan experiencias de conflicto, división o confusión. Ellas nos hacen crecer porque apelan a desarrollar o fortalecer nuestra capacidad de juzgar o hacer distinciones (krinéin) allí donde se las necesita para comprender un fenómeno complejo y tomar decisiones en torno a él.
En la narrativa biográfica o histórica, los procesos de crisis pueden aparecer con relativa frecuencia, pero no pueden ser permanentes. Por definición deberían ser episódicos, una oportunidad para madurar. Al parecer, en el Perú, esto no ocurre así. Este libro es el resultado de una reflexión crítica sobre el sistema democrático que se ha debilitado severamente. Desde el año 2016, cinco presidentes han pasado por Palacio de Gobierno. Asimismo, sobre ellos pesan investigaciones, procesos judiciales o incluso condenas por corrupción.
No hemos logrado edificar una sociedad de ciudadanos genuinamente libres e iguales. Incluso el compromiso con la democracia como una forma de vida no queda claro para un grupo de actores sociales y políticos. Este libro es un intento de acercarse a esta paradoja.