La formación espiritual del individuo es una obra compleja que examina las cuestiones filosóficas, teológicas, pricológicas y culturales de la época, sin que haya perdido su lozanía ni frustrado la posibilidad del análisis pertinaz de los problemas esenciales de la humanidad. Una lectura poco atenta no permitiría meditar acerca de la solidez filosófica y conceptual de la obra, y quizás sólo se detenga a reflexionar acerca de las diáfanas y útiles explicaciones que Delgado propone a padres de familia, maestros, psicólogos, trabajadores sociales, psiquiatras y pediatras... Es precisamente la profundidad de su pensamiento, lo que permite a Delgado comunicar estos provechosos consejos.