Obra bufa, esta comedia es una parodia desenfadada del propio acto de narrar. Lo que se revela con su lectura es una poética del caos. Toda la cacería no es más que una persecución gozosa, estética. No importa aquí lo narrado, el deporte extremo propuesto es la búsqueda de sentido. Condensa imágenes y fórmulas lingüísticas, citas literarias, cinematográficas y musicales en un desconcertante extravío. Todo el encadenamiento de situaciones planteadas es una carrera absurda. Al concluir su lectura no sabemos qué hacer con el libro.