Narra la historia de un hijo de campesinos ayacuchanos, quien ha crecido en Lima. Es la columna vertebral de la novela que nuestra la realidad política y social del Perú en el bicentenario de su independencia.
El libro muestra a un Perú que resiste y vence la violencia terrorista, que busca su destino a pesar de los gobiernos y que lucha contra el golpe brutal de la pandemia a causa de la COVID-19.
Los escenarios en que se desarrolla la novela evidencian la historia y la geografía complejas del Perú: parajes andinos, selvas inhóspitas, barrios residenciales de Lima, asentamientos humanos en los confines de la capital.
Las características centrales de la novela realista y misteriosa son el diestro manejo del lenguaje, el uso recurrente de figuras retóricas, la eficaz forma de atrapar al lector mediante la evocación de nostalgias y el humor de los personajes.