La inquietud de acceder a una historia de la danza a través del movimiento ha sido desde hace mucho tiempo un sueño para maestros, bailarines, coreógrafos e investigadores. A partir de la idea de Victor Turner de que el antropólogo debería cotejar su trabajo de campo con la re ejecución corporal de los usos de las comunidades estudiadas, les surgió a Hilda islas, por el año 2002, la idea de problematizar las estrategias pertinentes para un conocimiento histórico de las danzas que articulara saberes teórico documentales con experiencias vivas a partir del propio cuerpo.