Con una habilidad extraordinaria para exponer la complejidad; Dardo Scavino propone una relectura de la tradición metafísica que permite comprender los alcances de las mutaciones introducidas por el pensamiento actual; especialmente el postestructuralismo. Siguiendo la huella de tres de los personajes principales del dispositivo metafísico; El señor; el amante y el poeta plantea que la filosofía actual continúa siendo en su conjunto metafísica; esa filosofía de la que alguna vez habló Aristóteles; consagrada a buscar la arjê: ese origen; causa o fundamento pero también la dominación o el poder. En este aspecto; puede decirse que ni Foucault; ni Butler; ni Derrida; por caso; suprimen la pregunta metafísica. A lo sumo ha ido variando aquello que se sitúa en el comienzo: ya no Dios o el hombre sino el lógos. Pero la arjê aún se presenta como un asunto filosófico ineludible allí donde está en juego la alienación y desalienación del hombre; su sujeción o de-sujeción a algún poder. Si no hemos podido desembarazarnos del pensamiento metafísico es porque la pregunta metafísica por excelencia siempre ha sido una cuestión política.