Para erradicar el hambre y la pobreza, y mejorar los niveles de bienestar social de la población, es necesario que las regiones y/o países cuenten con seguridad alimentaria. Es decir, que las familias tengan garantizado, en todo momento, el acceso físico, social y económico a los alimentos su?cientes, inocuos y nutritivos que satisfagan sus necesidades energéticas diarias y sus preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana (FAO, 2010:5;FAO, 2011:1;Coneval, 2010a;Pérez de Armiño, 2001;Eguren, 2011).