Juego de tronos sentó las bases para un comienzo sólido y fascinante,
Choque de reyes superó todas las expectativas, pero es Tormenta de
espadas el as bajo la manga que convierte a Martin en el mejor escritor
de fantasía de todos los tiempos.
«La espada llameante dejó a su paso largas estelas de fuego... el acero
cantó contra el acero»
Arrasados por la guerra, los Siete Reinos pronto sufrirán el larguísimo
invierno que se predice como inusitadamente crudo. Y mientras empeoran
la violencia y el clima, los personajes entrañables e infames que ya
conocemos continúan debatiéndose entre feroces batallas y perversas
intrigas palaciegas: Joffrey, el cruel rey adolescente, hace de las
suyas ante el asombro de los propios miembros de su clan, los Lannister;
Robb Stark, rey de Invernalia, ha ganado todos sus combates, pero está
perdiendo la guerra; Daenerys, la princesa de los tres dragones, ya está
al frente de un ejército de mercenarios para cumplir su destino:
recuperar el reino del cual fue despojada. Pero otra fuerza armada, con
la que nadie contaba, surge desde más allá del Muro de Hielo: se trata
de los Otros, un ejército sobrenatural de muertos vivientes, cuyos
cuerpos inertes no podrán ser detenidos.
Ésta es Tormenta de espadas, la tercera entrega de Canción de hielo y
fuego que, además de enriquecer el universo imaginario de la saga, pone
a prueba a todos sus personajes principales. Algunos pierden pero otros,
como el autor mismo, se robustecen.