Una genealogía de huacas o divinidades femeninas andinas, principalmente Cahuillaca y su wawa, resuenan en Bordando quilcas. Los mitos cobran vida y vigencia en las voces y el sentir de sus descendientes modernos y de la naturaleza, que encarnan la violencia colonial y el capitalismo feroz que todo lo destruye. Se representan los vasos sanguineos de un país, los herederos de Cahuillaca y su wawa en el mundo, permeados por cuestionamientos sociales, raciales, de género y ecológicos, donde lo colectivo y el cuidado serán la res- puesta al dolor, a la enfermedad, a la orfandad.
"Bordando quilcas ofrece un encuentro entre la urgencia de poetizar sobre un mundo convulso desde un entendimiento andino, decolonial y feminista de la existencia. A partir del bordado como imagen de la creación verbal, los poemas capturan transitos de existencia que terminan, tras la violencia y el dolor, con la continuidad de la vida. Sus versos acercan el impulso poético a eventos globales varios para entregar imágenes de regeneración y futuro ante las transformaciones más destructivas".