Estudio de investigación histórica centrado en el emperador Cayo Julio César Augusto (años 12 - 41 de nuestra era) más conocido como el nombre de Calígula. Apelación cariñosa que le dieron los soldados romanos por el calzado militar (caligae) que lucía de niño cuando acompañaba a su padre, el general Germánico, al pasar revista a las legiones.
La obra trata de ofrecer una visión objetiva y serena del personaje, cuya imagen ha sido objeto de duras críticas tanto de sus contemporáneos como de cronistas posteriores, como Tácito, Tito Livio, Flavio Josefo o Plinio. Según el autor, las condenas dedicadas a resaltar la crueldad y barbarie de Calígula, aún siendo en parte justificadas, fueron exigidas a los historiadores como tributo impuesto por el Senado de Roma, cuyas competencias y funciones sufrieron los ataques del emperador. Por otra parte, aunque no se excusan los atropellos y crímenes cometidos bajo su breve mandato -ostentó el poder solo durante cuatro años (37 a 41)- los hechos se enmarcan dentro de la corrupción moral y las feroces intrigas cortesanas que, desde el principio, amenazaron la vida de Calígula. Se trataba de un proceso degenerativo, iniciado en los últimos años de Octavio Augusto, que se acelera en la época del sucesor, Tiberio, y culmina en Calígula como resultado de la pérdida de los valores que forjaron la gloria de la República de Roma.
José Manuel Roldán, profesor de Historia en la Universidad Complutense, a través de una amplia y cuidada selección de fuentes documentales, expone acertadamente, con el estilo sobrio y riguroso propio de un trabajo académico, las claves que explican las causas de la decadencia y caída final del Imperio. Romano.