Va más allá de una bella historia de amor, logrando la visión de un mundo en crisis donde la sombra trágica de la existencia amenaza con devorar a todo ser humano. La voz del narrador es muy intensa, pero a la vez sutil e inteligente a la hora de configurar la historia, pues tanto los personajes principales como los secundarios están perfectamente construidos.
Novela de tono dramático, donde se retoma el tema del amor lejano y se hace una alegoría del amante oculto detrás de las cartas, presente en Cyrano de Bergerac. Con un escenario local (Medellín) se logra una novela realista, con tintes costumbristas, con aliento de crónica de viajes, pero bajo un estilo moderno que conecta perfectamente con el lector contemporáneo.