Las ficciones de Alicia Fenieux no se desovillan en estos días, sino en un futuro donde existen anteojos lectores del aura, bacterias devoradoras de lípidos y muñecas hechas de fibra humana. Por lo mismo, sus ficciones perturban. De alguna manera, son una condena. Pocos escritores chilenos se han adentrado en el futuro con la asertividad y el talento de Alicia Fenieux. Pocos, también, han conseguido poner un espejo uno o dos siglos por delante para hacer un retrato prístino de lo que somos. Marcelo Simonetti