Una historia de los años cincuenta... ¿Cómo lo es El atentado de Sarajevo? Lo esencial de las actividades del narrador y del grupo de yugoslavos que frecuenta en París y después en Belgrado es el deambular por la ciudad entre bares y guaridas de amigos, esperas sin demasiados objetivos, con muchos cigarrillos y tiempos muertos. Y bastante alcohol. En esta novela se bajan grandes cantidades de rakis y de slivoritz. Yo es, a menudo, un hombre que duerme, tratando de engañar a su soledad que lo lleva a sus largas sentadas en los bares (Incapaz de comprender lo que se decía a mi alrededor, por lo tanto sordo, y mudo, ¡y encima triste!).
Muchos lectores se han deleitado en trepar o anidar en las múltiples ramas del árbol Perec. He aquí una de sus raíces. Se hunde lejos y en sustratos que Perec no siguió removiendo después. Pero se ve muy bien la savia que ha podido enviar hacia el ramaje que conocemos.