Nadie esperaba que Julie Doucet volviera a los tebeos, y menos que lo hiciera de una manera tan contundente, pero aquí está. El río es un tebeo flamante y fascinante, el primero de su autora en más de dos décadas. Con él regresa al manantial de donde surgieron muchos de los relatos que la hicieron célebre, y lo hace en un registro inesperado y radical, con una narración polifónica y fuera de campo, para evocar una breve e iniciática historia de amor. Estamos en 1989. Julie acaba de iniciar una intensa relación epistolar con uno de sus lectores, un joven francés que cumple el servicio militar obligatorio. Los cientos de cartas que se envían van cargando las tintas de un mutuo entusiasmo hasta que un viaje a Europa les brinda la oportunidad de conocerse en persona. El flujo ininterrumpido, sin viñetas, produce páginas saturadas de información que entretejen imágenes del pasado y del presente. La pasión y la emoción juvenil desbordan las páginas, literal y figuradamente, en este libro extraordinario que habla de amor, inocencia, toxicidad y desafecto sin un gramo de autocomplacencia.
