Graciosa, entretenida y muy agradable de leer, esta novela, basada en un antiguo romance muy popular, recrea lo más genuino y pintoresco de la mejor picaresca española del siglo XIX. Pequeña obra maestra en su género, destacan en ella: su lenguaje castizo, estilo claro, malicia y desenvoltura, festiva naturalidad y viveza del relato, armonía del conjunto y caracterización de los personajes, así como frescura del diálogo y prodigiosa riqueza de "color local".