En este libro ilustrado para niños, sencillas lineas representan las emociones y nos invitan a usar el sentido del tacto para reconocerlas y aprender a leer el alfabeto Braille. Las ilustraciones y los puntos del Braille se levantan un poco de la página para que los lectores puedan sentirlas con los dedos.
Una línea puede ser alegre como una sonrisa o triste como un parpado cerrado a punto de llorar. Puede ser serena como el mar en las noches de luna llena o violenta cuando la tormenta azota con furia.