Si, a diferencia de la moral, que pretende ser vinculante para todos los seres humanos, el derecho sólo procura serlo para los miembros de una comunidad jurídica particular, ¿qué quiere decir, entonces según el concepto de legitimidad democrática de Habermas, que el derecho sólo puede ser legítimo si es compatible con principios morales?. El autor de Ética del discurso y teoría política. Sobre el concepto de legitimidad democrática propone una solución a esta inconsistencia de la teoría discursiva del derecho y la democracia de Habermas, y plantea que una norma jurídica solo es legítima si no obstaculiza el desarrollo de las capacidades de los ciudadanos entendidos como personas morales. En el desarrollo de su propuesta, el autor también se basa en planteamientos de otros filósofos como Mead, Taylor y Rawls para resaltar el papel de la noción de persona moral en su intento de llenar el vacío de la relación entre derecho y moral. Además, repasa algunas de las críticas de Rorty a esta teoría y muestra cómo, desde la perspectiva aquí adoptada, podría responder a esas objeciones