Después de más de dos décadas de irrupción en el escenario nacional e internacional, como manifiesta renovación del legado anticapitalista, opositor de la mundialización enrutada y dirigida a favor de los grandes conglomerados del capital, el neozapatismo mexicano está más vivo, fuerte y activo que nunca.
Más allá del sesgado silencio mediático, esta expresión social y política indígena, pero también campesina, juvenil, académica, con manifestaciones territoriales libertarias y autogestionadas por diversas regiones y ciudades mexicanas, sigue avanzando de manera práctica para estructurar el creciente y también cada vez más potente movimiento nacional e internacional conocido como "La Sexta", y, de manera teórica, para continuar renovando los clásicos debates de la izquierda anticapitalista y los senderos del más avanzado pensamiento crítico contemporáneo, en contra de la perversa y mutante hidra capitalista.