Este libro aborda las políticas familiares desde una perspectiva latinoamericana, la cual requiere un proceso de reformulación que permita encontrar opciones para promover la equidad e igualdad de oportunidades para todos los tipos de familia, privilegiando la noción universalista de promover el desarrollo humano para todos y todas. Esto implica encontrar fórmulas que no condicionen la resolución de problemas por el tipo de familia de la que se trate o por el tipo de valores que profese. La relación entre el Estado y la familia se consolida con los estados de bienestar, en donde la familia ocupa un lugar central en su diseño institucional y se le conceden numerosos apoyos. En la actualidad, estos apoyos se han ido retirando a la par de los procesos de ajuste estructural en el mundo, que derivan en numerosas problemáticas ligadas al crecimiento del desempleo, la migración y el incremento de la pobreza, las cuales interactúan en un contexto de creciente reconocimiento de los derechos sociales y de la emancipación femenina, obligándonos a pensar opciones que permitan equilibrios entre la esfera productiva y reproductiva que impliquen mayor equidad en el reparto del trabajo familiar y su conciliación con la vida profesional.
