La historia comienza en un hospital parisino donde Marguerite Duras ha sido internada de emergencia para someterse a una desintoxicación alcohólica. En la habitación, la escritora se enfrenta a una fatal realidad: como no puede beber, llora. Así, desempolva sus recuerdos ante Yann, su joven amante, quien ha cuidado de ella durante los últimos años.
De ese modo, el lector va descubriendo página tras página el drama de una vida llena de intensidad y dolor: desde la compleja infancia de Duras en Indochina, pasando por su temprana formación académica, en los días en los que la llamaban "la zorra más joven de Saigón", hasta su incursión en el partido comunista francés y su consagración en la historia de la literatura con obras como Hiroshima mon amour o El amante.
Por medio de dos voces narrativas magistralmente entrelazadas, se despliega al mismo tiempo un emotivo retrato de posguerra por el que desfilan personajes tan diversos como Robert Antelme -uno de los grandes amores de Marguerite-, François Mitterrand, Edgar Morin, Jorge Semprún, Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Albert Camus o el propio Jacques Lacan, quien le comunicó a Duras que no necesitaba volver a visitarlo, pues había hallado la solución que la salvaría: escribir.