Dos de las primeras obras del autor que exploran la melancolía, la soledad, la esperanza y el desencanto amoroso.
Las dos piezas recogidas aquí se inscriben en una etapa auroral de la producción del autor, cuando aún estaban por llegar algunas de sus grandes obras, como Crimen y castigo o Los hermanos Karamázov.
El escenario en el que se desarrolla Noches blancas es el de las serenas y luminosas noches de la primavera petersburguesa, en el que los sucesivos encuentros entre dos espíritus sensibles y apasionados propician el desnudamiento de las almas y su acercamiento. La pregunta acerca de la posibilidad de que un instante de felicidad valga toda una vida humana reverbera en la nouvelle.