La locura tiene su propia lógica, aunque oblicua y fragmentada. Ésta parece ser la premisa que guía a cada uno de los poemas en Patio de locos. Andrés Neuman a través de su escritura nos invita a recorrer los espacios y la mente de un grupo de personajes que se encuentran dentro de un manicomio. Este lugar se nos presenta como un espacio ambiguo y, al mismo tiempo, es el escenario donde se construye de una nueva realidad, gracias a la inusual lógica de los pacientes psiquiátricos y a la débil convicción que tienen sus custodios por mantener un orden. Este poemario es una reflexión sobre los límites del sentido; nos ofrece un lenguaje impactante y alucinado, con personajes delirantes que nos transmiten una nueva versión de las cosas.