Cuando Pedro no puede salir a jugar fuera porque está lloviendo, su papá juega a que Pedro es una pizza y, con muchas risas, le pone la harina (que en realidad es talco); le agrega los tomates (que en realidad son fichas de damas españolas); le añade el queso (que en realidad es de pedazos de papel)... Delicioso libro para leer, mirar y reír. Con unas ilustraciones muy graciosas, este libro divierte tanto a niños como a grandes y abre la puerta a una dimensión del juego que a menudo olvidan los adultos: la sencillez y la cotidianidad. Este libro contiene, de este modo, un sugestivo mensaje para los padres.