¿Qué es todo lo que puede explicar este pícaro del siglo XXI que un día es fugitivo acorralado, al otro terapeuta de pacotilla, y en un descuido merodeador galante de velorios de perfectos extraños? Nada que Imelda y Gina dos mujeres de sombra larga y mecha corta, cada una a su modo capaz de cualquier cosa estén dispuestas a creerse fácilmente.
Del diálogo punzante a la introspección ácida, los personajes de Puedo explicarlo todo estelarizan una historia plena de comezones entretejidas, rencores entrañables y demonios comunes, donde cada meandro puede ser un abismo y no se quiere más que seguir bajando.
No muy lejos de ahí, se agazapa Dalila: una cómplice ideal que todavía no cumple los diez años y jamás ha leído un libro de autoayuda, pero ya sus pupilas deslumbradas parecen reflejar la sentencia del malandro y maestro Isaías Balboa:
«El tiempo te lo dan, la vida hay que robársela.»