Esta obra es un alegato indigenista, es la defensa de la cultura del pueblo andino que la "esclavitud política" y el "fanatismo religioso" arrastró, cercenó y ocultó; se trata de la visibilización que letrados, de gustos modernistas y aristrocráticos, prefirieron ocultar o ignorar. En efecto, se publica en ese contexto, está escrito en español americano y suscribe la ortografía de Manuel González Prada. Su repertorio se asocia al trabajo de recopilación desde la misma choza: textos, rituales y costumbres testimoniados por los oriundos.