Viraje explora el cambio del lugar de la mirada. Difuminar los colores, el blanco y negro para virarlo al sepia que es la tonalidad de la memoria impregnada de subjetividad. Esa es la dinámica de estos breves poemas: imágenes que recuperan y manipulan escenas de una infancia nebulosa, las errancias adolescentes, la llegada de la adultez. Las escenas que sostienen el libro son trabajadas con sequedad combinando melancolía e ironía. En un lenguaje directo, antipoético, el libro despliega un aprendizaje existencial, casi un diario de extravíos y batallas pequeñas que llevan al desencanto, porque el viraje más importante es el de la vida misma, cuando ella es capaz de mirarse desnuda, desprovista de literatura. La poesía es / la poesía puede / la poesía debe: así señala el Ars poética de Viraje.
????????Carlos López Degregori