Agustín Flores se considera escritor pero malvive del periodismo. Su jefe del diario lo envía a Rafael Alsina, un pueblo en el que un año atrás se cometieron varios asesinatos que aún no han sido aclarados. Aunque al principio no se de cuenta, las balas empiezan a picarle cerca. Pronto más muertos se sumarán a los anteriores y Agustín, que nunca antes había tocado un arma, disparará su primer tiro. Y dicen los que saben que una vez que se empieza