Si hay algo en lo que Alejandra siempre se ha destacado, es en el valor para salir de su zona de confort. Su inquietud para conocer el mundo, por ejemplo, fue lo que hizo que nos conociéramos y compartiéramos la mayor (y mejor) parte de nuestras vidas.
Su aguda capacidad de observación la hace capaz de atraer a decenas de miles de seguidores en las redes sociales que la buscan para obtener una sonrisa, una lágrima o una carcajada, frutos de su forma siempre inteligente de mirar la vida y transmitir su idea con trazos que habitan en la genialidad de lo simple.
Fue esa capacidad de enfrentar lo nuevo que la hizo, si no derrotar, al menos no ser vencida por la fibromialgia. Junto con su capacidad de observación, hoy se descubre autista, un descubrimiento que no fue anterior porque ella, al igual que con todo lo que ha enfrentado, ha salido victoriosa, es decir, lo que la hace diferente a través del autismo, Alejandra logra transformarlo en fortaleza. Como su amigo, pareja y, más que ninguna otra cosa, fan, espero que este libro ayude a mostrar que muchos de los autistas no son "menos" que los "normales", sino que puede ser incluso todo lo contrario.
Sergio Oliveira.
