Han pasado diez años desde la publicación de Tres mujeres, libro de cuentos de Susanne Noltenius. En 2017, dos años después de su aparición, obtuvo el Premio Nacional de Literatura.
El volumen está compuesto por tres relatos protagonizados por mujeres que tienen algo que contar sobre su vida: sucesos ordinarios que demuestran que lo cotidiano no tiene por qué ser poco interesante.
Cada historia lleva el nombre de un estado civil —divorciada, casada y soltera— y, más allá de esas etiquetas, todas las protagonistas comparten un punto esencial: son madres.
En “Divorciada”, Lorena, madre de Carina y Diego, intenta equilibrar el trabajo, la relación con sus hijos y su vida personal. Su oficio, sin embargo, parece ser un estorbo para quienes la rodean: su exmarido lo cuestionaba abiertamente, y sus jefes y colegas hombres refuerzan la idea de que es una mujer intensa y problemática. Como JZ, su jefe: «JZ tiene un sonido diferente para cada una de las personas importantes de su vida: su esposa, sus dos hijas universitarias, sus hermanos. Una vez, durante un almuerzo de fin de año, me asignó la sirena de una ambulancia». Con sus amigas, en cambio, encuentra cierta complicidad: «Como casi siempre, la conversación central son nuestros hijos y sus actividades, las batallas que elegimos librar y las que pasamos por alto para no desgastar los vínculos».
En “Casada”, quizá el mejor relato, Marcela está absorbida por la adolescencia de sus hijos, una madre a la antigua y un matrimonio desgastado. Conoce a Julián en un taller de Escritura Creativa dictado por un escritor reconocido. Marcela no se siente parte de nada: en casa, sus hijos parecen preferir a su esposo, Gustavo; en el taller, los demás provienen de estratos distintos, con posturas políticas y experiencias lejos de las suyas. Entre ella y Julián nace un amor clandestino, pero para Marcela sus hijos pesan más. Decide romper todo vínculo con él. Así, Julián —y también la publicación de su único libro— se convierten en un pasado remoto, casi suspendido en el tiempo, una distracción momentánea. Pero el hallazgo de una novela de Julián en una librería la obliga a reconsiderar qué hará con su matrimonio y con la literatura.
En “Soltera”, Ofelia se enamora de un hombre que no debería: Bruno, el nieto del dueño de la empresa donde trabaja. De nuevo, aparece una mujer subestimada por colegas masculinos. Ofelia debe lidiar con jefes machistas, una hija adolescente y una relación “impropia” con un hombre diez años menor. A pesar de ser madre soltera, ha construido una sólida reputación profesional que le permite ocupar un cargo importante. Ahora deberá decidir qué hacer con esta nueva presencia en su vida.
A lo largo del libro se despliega una mirada sincera y profunda sobre la vida de las mujeres en el mundo corporativo: la exigencia —casi imposible— de una vida equilibrada, donde el espacio personal (un taller de escritura, una salida con amigas) se vive como una licencia temporal, casi un hobby. Las protagonistas cargan con un doble trabajo: los hijos y la oficina. Tres mujeres transmite esa realidad con convicción y claridad.
Noltenius estudió Administración de Empresas y ha desarrollado su carrera en el mundo corporativo. Ha publicado el libro de cuentos Crisis respiratoria y las novelas Tiene que haber otro final (2019) y Se hace otoño (2024).