En el siglo XIX e inicios del XX, se popularizó un género que hoy esta casi olvidado: los relatos de viajeros. Personas que venían al Perú o recorrían el Perú, como el benefactor de esta universidad, José de la Riva Agüero y “Paisajes Peruanos”. Miradas foráneas de un mundo por descubrir, al resto del mundo, como las de Humboldt o Markham explican, con admiración y asombro, desde la biología hasta el legado de las culturas prehispánicas.
Encuentro en la biografía política que nos propone Pedro Cateriano un parentesco académico con esos grandes intelectuales. El suyo no es un viaje geográfico, sino un viaje a la vida y a la obra política del mas grande intelectual que ha tenido el Perú en su historia. No solo por su extraordinario mérito literario, cuyo Nobel esta ahí para no tener que añadir mas argumento, sino por su impacto en el mundo de las ideas, que revolucionó, de muchas formas, la política peruana hasta nuestros días.
Sin embargo, como aquellos viajeros que descubrían a sus lectores mundos por conocer, Pedro nos presenta a un Vargas Llosa (por lo menos, en los últimos 40 años) íntimo y personal. Esa es la mirada del testigo, que enriquece cualquier objeto de estudio con sus anotaciones, sus sesgos, sus particulares recuerdos y sus propias y siempre personales evaluaciones de momentos históricos revisitados para este trabajo. No es solo pues, la obra intelectual que como filosofo de las ideas expone en estas páginas Mario Vargas Llosa. Eso, sería leer “La llamada de la Tribu”, un genial ensayo sobre los ideólogos del liberalismo que tanto influyeron en la construcción del pensamiento político de la madurez de Vargas Llosa. Aquí, esta la acción y las ideas, pero además la mirada del amigo liberal que traduce, para nosotros, desde el privilegio de la amistad cercana, esas acciones e ideas, dándoles contexto y contenido propio.
La biografía de Mario Vargas Llosa, “El Pez en el agua” que narra su infancia y juventud en el Perú, en los años previos a su viaje de vida adulta a Francia para convertirse en escritor, son materia prima para esta obra. Pero, en el mismo libro, se narra en contrapunto los tres años de campaña del Fredemo, desde 1987 a 1990. Y de esos años, Pedro Cateriano ya puede hablar en primera persona como joven candidato a diputado. Nuestro testigo tiene pues dos momentos. Uno, en el que era muy joven para tener relación con Vargas Llosa como para conocer de primera mano los hechos y otro, que ha durado unos casi 40 años, donde esta en la primera fila de la historia.
Para esta biografía política, sospecho que la mayor inversión de tiempo para la investigación esta en esos años aurorales. Para entender la afinidad de Vargas Llosa por el liberalismo, hay que entender el largo camino formativo que lo lleva, como él lo dijo, de Sartre a Camus o de la adhesión a la Revolución Cubana a la sincera admiración por Margaret Thatcher. Uno podría ver una enorme contradicción entre el joven sanmarquino, integrante de la célula clandestina comunista “Cahuide” y el candidato en 1990 del Fredemo. Pero, el libro de Pedro Cateriano y su paciente investigación nos explican, si se lee con ojos de ver, que tal contradicción no existe.
Hay una continuidad en toda la vida política de Vargas Llosa. Algunos identifican la difícil relación con su padre como el origen de su vocación permanente e indubitable contra todos los abusos del poder. Aún cuando se ilusionó con el socialismo por sus aspiraciones de justicia social, se defraudó profundamente cuando entiendo que era irreconciliable con la libertad. Fue, desde siempre, la libertad el norte y guía de toda su obra. Una libertad contra toda dictadura que no admitía concesión alguna. Su rompimiento con Cuba, era inevitable. Pedro no hace sino recoger detalles innobles del trato que se le dio tratando de usar su prestigio.
El pensamiento político de Vargas Llosa esta reflejado en su obra literaria. Es consecuencia lógica. “Las cartografías del poder”, la frase que se popularizó cuando le dieron el Nobel, relata su obsesión por el tópico. El ejercicio del poder, el abuso del poder, los limites inmorales a los que pueden llegar los seres humanos cuando lo poseen, la manipulación del poder y el sometimiento al poder están en casi todas sus novelas de una forma u otra. “Yo soy un experto en dictaduras” dijo en una entrevista. Y lo era, porque también se hizo experto en libertades.
En mi recuerdo, los tiempos por los cuales Vargas Llosa abandona lo que Pedro llama “socialismo en libertad” y abraza el liberalismo eran muy cortos. Este libro hecha luz sobre un proceso mas lento, mas dedicado y más intelectual. Como todo lo que hacía en la vida, Vargas Llosa siempre le ponía a sus aventuras intelectuales, disciplina. En la década de los setenta, viviendo en el Reino Unido, tuvo la oportunidad de ver una gran transformación económica que lo llevaría a leer con rigor militar a los clásicos liberales. Pudo incluso conocer personalmente a los economistas y pensadores (muchos mal vistos bajo la preminencia intelectual colectivista) que habían batallado por las ideas de la libertad desde los márgenes. Vio y vivió la transformación democrática de España, y su despegue económico. Todo esto pulió sus ideas. Para inicios de los ochenta, Vargas Llosa tenía muy claras sus convicciones liberales y estas fueron ampliamente difundidas en la campaña de 1990. Nunca se alejó de ellas, sin dogmatismos y admitiendo las enormes discrepancias que existen en muchas materias entre los mismos liberales.
A partir de ese momento, Pedro ya puede hablar en primera persona de todo lo que siguió, que es mucho. Como habrán escuchado tantas veces, Vargas Llosa perdió las elecciones. Pero no todo fue perdida. Por el contrario. Recuperamos un gran escritor y él sembró todas las ideas liberales que desplazaron el estatismo que tanta pobreza y miseria trajo a esta parte del mundo. Esa sola hazaña, ya es enorme. Toda la reforma económica de los noventa, todo el capítulo económico de la Constitución está inspirado en las ideas de la libertad.
El libro que tienen entre manos hace, como debe hacerse, algunos ajustes de cuentas. No son los Vargas Llosa, pero son los que a un amigo le hubiera gustado hacer por él. Porque esta historia personal de extraordinario éxito no ha estado exenta de mezquindades y es en la arena política donde mas las ha sufrido. Elites autoritarias, mercantilistas y conservadoras han dedicado muchos de sus esfuerzos a ningunear, estigmatizar y cancelar a Vargas Llosa en el Perú. Pero su vida y obra prevalecen y prevalecerán.
Una palabra final. Esta presentación debió hacerse hace varias semanas, cuando Mario Vargas Llosa todavía vivía. Para Pedro y para mi era imposible hacerla en la fecha original. Conmigo fue generosísimo porque su compromiso con la libertad de expresión era profundo y compartido. En las vicisitudes que sufrimos los periodistas peruanos por andar diciendo lo que creemos que no deba callarse, siempre tuvo una palabra de apoyo, de aliento, de consuelo. Fue inmensamente generoso con tantos más y a esa generosidad, debemos este libro, que llegó a conocer mientras Pedro le leía las versiones finales.
Esa luz que para mí marco un norte de integridad en la vida pública, ya no está. Queda su magnifica obra literaria y política. Libros como estos nos lo recuerdan cada día, porque no se olvida a quienes marcan de forma indeleble nuestra historia. Tuve la fortuna, como Pedro, de conocer y caminar al lado de un gigante. Solo me queda recordarles a todos ustedes, estudiantes universitarios, que este legado es un tesoro que esta a la mano. Vayan por él. Hagan, como Pedro, ese viaje y descubran esos nuevos mundos que están ahí para todos ustedes.
Gracias a Pedro, por todo el trabajo.
Gracias a ustedes.