Pensar el proyecto TAFOS y sus imágenes significa hacer un esfuerzo por ubicar la experiencia en uno de los ámbitos más generales de la práctica: la libre expresión o el orden documental. Tradicionalmente se ha denominado como fotografía documental a aquellas imágenes que fijan su atención en un sujeto envuelto en una dinámica social, generalmente de la periferia económica y política, muchas veces perteneciente a un lugar de enunciación diferente del fotógrafo, en donde se busca la empatía con este y se pretende establecer una problemática que se presenta como denuncia. El archivo fotográfico de orden documental ha tenido que ampliar sus horizontes para convertirse en un ente con capacidad de reproducirse y reescribirse, de modo que su temporalidad no esté únicamente acotada por la temporalidad de los eventos de las imágenes, sino por la dislocación de los significados a partir de las nuevas contextualizaciones y reescrituras a las que se puede someter.
