Uno de los textos claves de la literatura quechua es la elegía Apu Inka Atawallpaman, un poema intenso, que en 25 estrofas narra el asesinato de Atahualpa y describe poéticamente el caos que esa muerte (la del último inca) significó para el mundo andino precolombino. El texto fue escrito por un autor desconocido hacia finales del siglo XVI, aunque su difusión solo se produjo en el siglo XX, a iniciativa de José María Arguedas.