«Desde una escritura que toma fuerza en la iteración y la repetición emerge una realidad nacional desbordada de pensamientos e impulsos que se desequilibran mutuamente: ansiedad y deseo de control, resentimiento y remordimiento, rebeldía y sumisión. En ese país, inquietantemente próximo al real, el asomo de la locura se corresponde con la desaparición de los cuerpos, y la aparición de lo hórrido, con la disolución de cualquier vestigio de verdad o justicia. El mecanismo poético activa el archivo: primero, para desamarrar las palabras de los grandes discursos; luego, para generar nuevas combinaciones que las hagan extrañas y las separen de su significado en la frase hecha o la retórica de los rituales institucionales. En ese Estado de sitio lo decadente se reviste de ceremonia y lo clandestino opera ya en la superficie.» ?AUB