Un viejo ingeniero decide jubilarse y se entrega a sus placeres de siempre, entre ellos la lectura. Es en ese contexto que el ingeniero Borsari recurre a un lugar común, una de sus lecturas de cabecera: El hombre invisible. Es cuando se reencuentra con estas páginas, en esa biblioteca municipal, que su descabellada historia encuentra su punto de partida. Una narración que mantendrá en vilo al lector hasta su última página.